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Redefiniendo el potencial humano con la IA en las finanzas

El rol del director financiero cambia con IA especializada que potencia decisiones seguras y mejora procesos complejos.

Redefiniendo el potencial humano con la IA en las finanzas

El rol del director financiero está cambiando a pasos agigantados. Ya no basta con llevar las cuentas al día o generar balances mensuales; ahora enfrentan desafíos mucho más complejos, como la escasez de talento, exigencias regulatorias en constante evolución y la incertidumbre económica que parece volverse crónica.

Un cambio profundo en las responsabilidades financieras

Según estudios recientes, hasta un 82 % de los directores financieros afirman que sus funciones se han ampliado considerablemente en los últimos cinco años. Esto no significa simplemente hacer más tareas, sino adoptar nuevas formas de trabajar y tomar decisiones basadas en datos y automatización. Con un margen de error mínimo y un entorno que no perdona fallos, la tecnología debe ser más que una herramienta: debe ser un socio estratégico fiable.

La necesidad de una IA especializada

Las herramientas de inteligencia artificial (IA) convencionales, por poderosas que sean, a menudo no están diseñadas para los retos específicos del sector financiero. Por ejemplo, las IA generativas estándar carecen de la capacidad para interpretar normas contables o garantizar la confidencialidad de los datos sensibles. Esto hace que sus resultados puedan ser imprevisibles, y en finanzas, un error puede significar pérdidas importantes o sanciones legales.

La solución está en desarrollar modelos de IA personalizados, entrenados con datos exclusivos del ámbito contable y financiero. Estos modelos deben incluir documentos técnicos y normativos que permitan que la IA no solo aporte datos, sino que entienda y respete el contexto en el que opera. De esta forma, la IA no reemplaza al profesional financiero, sino que lo potencia.

De herramientas básicas a agentes autónomos

Estamos en la antesala de una nueva era denominada como la de la IA agéntica. Mientras las herramientas tradicionales responden únicamente a comandos, estos agentes pueden tomar decisiones, ejecutar tareas y gestionar procesos completos con mínima supervisión humana. Se habla de un mercado que podría crecer de 5.000 a 47.000 millones de dólares en la próxima década.

En la práctica, esto se traduce en cierres mensuales más rápidos, facturación automatizada y conciliaciones optimizadas. El tiempo que antes se dedicaba a tareas repetitivas es ahora libre para actividades más estratégicas, elevando el valor del equipo financiero dentro de la organización.

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Pero ojo: esto no es una competencia contra asistentes de IA tradicionales, sino una evolución complementaria. La IA agéntica combina capacidades predictivas, generativas y de acción autónoma para ir más allá del simple análisis o generación de texto.

Construyendo confianza en la tecnología financiera

El mayor obstáculo para la adopción masiva de la IA en finanzas es la confianza. ¿Cómo sabemos que una IA actúa con transparencia, respeta la privacidad y no sesga los resultados? Las organizaciones deben exigir claridad y responsabilidad a sus proveedores tecnológicos.

Medidas prácticas como la inclusión de etiquetas que expliquen el funcionamiento interno de la IA, las políticas de protección de datos y los esfuerzos para mitigar sesgos, son fundamentales. En finanzas, la ética y la precisión son prioritarias, ya que detrás de cada decisión tecnológica hay un impacto directo en la integridad de los procesos.

Una alianza para el futuro

Los profesionales contables y de finanzas deben asociarse con proveedores que los capaciten y aporten recursos para aprovechar la IA con garantías de calidad. Los modelos de lenguaje grande (LLM) que fundamentan la IA agéntica necesitan estar alineados con los estándares más altos para cumplir esta promesa.

De este modo, la inteligencia artificial dejará de ser una respuesta reactiva para convertirse en un agente proactivo, capaz de resolver problemas y anticiparse a escenarios.

Conclusión

La IA no debe ser vista como un reemplazo del talento humano, sino como un amplificador de sus capacidades. Facilita lo complejo, elimina las tareas rutinarias y mejora el alcance del trabajo humano. El rol del director financiero se amplía gracias a herramientas inteligentes que le permiten tomar mejores decisiones con rapidez y seguridad.

Comentarios del equipo GrowBy

Esta transformación en finanzas es emocionante pero requiere cautela. La adopción exitosa de IA dependerá del compromiso con estándares éticos y de transparencia. En GrowBy creemos que la tecnología debe empoderar, no sustituir, conectando siempre con las necesidades reales del profesional.

Fuente: MuyPymes (muypymes.com)

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